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Soraya Clemente, Lic en Trabajo Social, Profesora Universitaria, Especialista en Dinámica de Grupos, Master en Educación para Padres, Especialista en Desarrollo Humano y Comunicaciòn, Formadora Andragógica

jueves, 16 de septiembre de 2010

El enojo, la ira y el odio: una misma emoción. Conocer para resolver.



(Primera parte)
Las emociones como la culpa, el miedo, la verguenza, la envidia y el enojo son señales de problemas latentes que hay que saber escuchar, descifrar y comprender para así aprovechar la información que nos ofrecen. De esta forma podremos identificar y resolver nuestras situaciones conflictivas y su impacto.

Este escrito trata sobre el enojo emoción que, dependiendo de su intensidad, llamaremos enfado, molestia , disgusto, rabia , enojo, bravura, lo más temido: ira, odio.

Es una las emociones que más preocupa a la humanidad , la gran pregunta es cómo usar adecuadamente esta energía. Son variadas las alternativas que se han propuesto, lo primero es conocer acerca de ella.

El enojo constituye la emoción de mayor impacto tanto para quien la siente y expresa como para quien o quienes conforman en un momento determinado el contexto relacional o presencial de un estallido de ira.

Pero, ¿Qué es el enojo? ¿Qué lo causa? ¿Cómo influye en nosotros y los demás? ¿Cómo podemos transformarlo de destructivo a constructivo- resolutivo?

Se define el enojo como una reacción emocional adaptativa del ser humano al mundo que le rodea, es decir constituye una emoción primaria inicialmente funcional que mal controlada puede derivar en disfuncional.

Como el resto de las emociones, el enojo deja de ser adaptativo, si se genera con mucha intensidad, frecuencia o se prolonga en exceso en el tiempo, generando cambios en la conducta que darán lugar a trastornos físicos y mentales así como de convivencia. Encontramos situaciones como : muy enojados hasta la ira o el odio, frecuentemente enojados o en ira, con dificultad para salir rápidamente del enojo o de la ira.

El manejo inadecuado del enojo afectará a la persona enojada y también a quienes le rodean, generando problemas en el trabajo, la familia y en las relaciones personales. El impacto tiene un costo alto y variado que obligará a la persona, tarde o temprano, a buscar ayuda para superar esta limitación , mejor temprano.

¿Qué causa el enojo ?

Nos enojamos cuando algo nos frustra: una promesa que no se cumple, un resultado no esperado, algo esperado que no se da, una instrucción que no se acata. Las razones son múltiples desde las más simples a las más complejas, de leves a intensas, y siempre está presente: la frustración .

Entonces, el enojo es el resultado de "la energía del deseo que se encamina hacia su realización y que encuentra un obstáculo, una obstrucción que produce una sobrecarga energética de ese deseo.

Ahora bien, hay una función inicial en esa sobrecarga: realizar el deseo o necesidad amenazada , lo que sucede es que al no saber manejar adecuadamente esa sobrecarga, en vez de contribuir a resolver el problema muchas veces se convierte en un problema más .

¿Cómo influyen las conclusiones y las creencias en el enojo?

Nuestra mente elabora conclusiones acerca del significado de los obstáculos que frustran nuestros deseos o amenazan nuestras necesidades y de ello dependerá el grado destructivo del enojo que se generará como consecuencia. Si consideramos que el obstáculo está actuando intencionalmente, a propósito, contra nosotros la frustración se convertirá en enojo destructivo y la respuesta será el contraataque: hacerle lo mismo que "supongo" me quiere hacer a mí, encontrando probable reciprocidad en el otro. Si llegamos a la conclusión que ese obstáculo es involuntario, que no hay oposición deliberada entonces es probable que la frustración no evolucione a enojo destructivo.

Es así que, ante cada frustración vamos a producir, consciente o inconscientemente, una conclusión o interpretación acerca de la causa que la genera y evaluamos la intencionalidad : adversa o no.

En efecto en toda frustración habrá una intención adversa o no, y esta tendrá matices y dimensiones distintas cada vez, lo malo es cuando atribuimos o reaccionamos siempre ante cada frustración como si fuera con intencionalidad adversa, es decir pensando que nos quieren hacer daño o perjudicar. Algunas personas tienen una tendencia psicológica de atribuir la causa de todas sus frustraciones a la mala voluntad de una persona, al destino, lo que los hace vulnerables a estar enojados y resentidos de forma crónica.

Existen por otra parte creencias existenciales que influyen negativamente en el enojo como creer que la vida es una eterna batalla, por supuesto quien tiene esta creencia vivirá en un clima de guerra continua, cada obstáculo será una manifestación de esa batalla y se activará una respuesta de enojo para vencer al supuesto adversario.

Otra forma de representación existencial más constructiva sería pensar que : si bien la batalla existe , ella no es el rango esencial de la vida, así los obstáculos son evaluados como problemas a resolver y de los cuales aprender Cada frustración será vivida de manera distinta , en su justa dimensión, no se generará enojo destructivo, ya que se aceptan las diferencias individuales. En vez de pensar ¿quien es mi enemigo aquí ? la tendencia de pensamiento será ¿cuál es el problema que a todos nos beneficiaría resolver?

Entonces, podemos observar que el enojo destructivo surge si mantenemos un pensamiento competitivo, negativo imaginando en cada obstáculo a alguien o algo que se me opone a propósito, un rival a vencer. Pensamiento y actitud que dificulta que afloren en nosotros sentimientos de colaboración, entusiasmo alegría, temporalidad ante problemas inherentes a la vida humana, propiciando una fatiga emocional dañina a mismos y a los demás.

Recordemos : "cuando una actitud se hace habitual termina convirtiéndose en una forma de organizar la experiencia". El pensamiento se convierte en emoción y en acción. Muchas veces tenemos la potestad de decidir que en nuestra vida sean más los momentos gratos y de felicidad.

Tenemos la posibilidad de cambiar nuestro pensamiento hacia elementos constructivos que nos aporten bienestar a nosotros y a los otros, organizar la experiencia a nuestro favor.

Msc.Soraya Clemente de F


Bibliografía consultada : La sabiduría de las emociones . Norberto Levy. Editorial Plaza Jánes.



lunes, 6 de septiembre de 2010

De la preocupación a la ocupación


Cuando hablamos de temas humanos se mueven emociones y pensamientos , bien sea porque nos vemos reflejados en ellos o reconocemos al otro en lo que se dice, esto es normal, hasta llegamos a preocuparnos, lo cual es muy bueno, siempre y cuando esa preocupación sea temporal y pasemos a ocuparnos, es decir a hacer cosas que permitan cambiar el estado actual de insatisfacción por un estado deseado de bienestar.
  • Lo primero es reconocer la situación, problema o conflicto.
  • Luego darnos cuenta y aceptar que somos responsables de lo que sucede, contribuimos a ello
  • Igualmente, darnos cuenta y aceptar que es nuestra responsabilidad iniciar acciones hacia un cambio posible, que debe ser deseado.
  • Que merecemos un mejor estado de cosas y nuestro entorno íntimo también.
  • El conocimiento es poder, entonces investiguemos acerca de eso que nos sucede
  • Si, pero no basta con conocer, tenemos que poner en práctica, actuar. Empecemos con algunos cambios de conducta, actitud, pensamientos y observemos que pasa como consecuencia.
  • Esas nuevas conductas necesitan tiempo para incorporarse a nuestro repertorio, paralelo a este aprendizaje se estará dando un desaprendizaje de las viejas conductas que queremos suprimir y sustituir, ello requiere tiempo, constancia, lo lograremos.
  • La autoobservación es un instrumento poderoso, nos permite darnos cuenta y aprender, centra nuestra atención en el actor o actriz principal, esencial sujeto y objeto de cambio: nosotros mismos
  • Somos responsables de lo que decimos, de lo que no decimos; de lo que hacemos, de lo que dejamos de hacer.
  • Asumamos el riesgo de hacer las cosas de forma diferente, más aún si se nos ofrece un mejor resultado que el actual.
  • Recordemos: no podemos cambiar a otro, sólo a nosotros mismos, sin embargo nuestros cambios de conducta repercuten en los demás y contribuyen a estimular cambios por modelaje, reforzamiento, o extinción, lo deseable es que sea en positivo.
  • Cuando nos preocupemos por la conducta de un ser cercano preguntémonos: ¿cómo estoy contribuyendo a esto? y la respuesta nos ayudará con otra pregunta: ¿cómo puedo contribuir a que esto cese o cambie?
  • Recuerden que intentar o tratar evidencia que no estamos seguros de poder lograr lo que nos proponemos, por ello debemos indagar donde está esa duda : ¿nos creemos capaces? ¿lo creemos posible? ¿pensamos que nos lo merecemos? Para alcanzar el objetivo todas las respuestas deben ser afirmativas, una sóla negativa boicoteará nuestras acciones, de allí que debemos resolver cualquier duda para así plantear un QUIERO de convicción, que será la clave del logro.
Finalmente, por ahora, habrá casos en los que, a pesar de implementar algunos cambios, sentimos que no podemos resolver la situación por nosotros mismos y que constantemente volvemos al punto de partida, a la conducta anterior o que las cosas empeoran, entonces tenemos la opción necesaria de buscar ayuda profesional ya que, probablemente, se requiera del monitoreo externo o unas sesiones de terapia que con seguridad te ayudarán a ayudarte si asistes y sigues las recomendaciones del especialista.

Es tu decisión estar bien, en armonía contigo , con los demás y con tu contexto


Msc.Soraya Clemente de F



domingo, 5 de septiembre de 2010

Conducta Asertiva. Una alternativa para mejorar nuestro estado interno y nuestras relaciones interpersonales


Conducirse asertivamente es tener la habilidad para transmitir y recibir los mensajes de sentimientos, creencias u opiniones propias o de los demás de una manera honesta, oportuna y profundamente respetuosa.

La meta es lograr una comunicación satisfactoria, sana, hasta donde el proceso de la relación humana lo haga necesario.

La persona con comunicación asertiva:
  • Conoce y defiende sus derechos
  • Reconoce y respeta los derechos de los demás
  • Expresa sus pensamientos y creencias en forma clara, directa, respetuosa, honesta, oportuna y apropiada.
  • Reconoce y controla sus emociones, no las reprime, las expresa con control interno.
  • Se sabe responsable de lo que siente y de como lo manifiesta, no culpa a otros por sus estallidos emocionales.
  • Armoniza la razón con la emoción, es congruente: pensamiento, emoción y acción.
Mensaje que comunica su comportamiento:

  • Esto es lo que yo pienso.
  • Esto es lo que yo siento.
  • Así es como yo veo la situación. (expresado sin dominar, humillar, rebajar o degradar a las personas)
Meta de la conducta asertiva:

  • Comunicación abierta, clara y profunda.
  • Reciprocidad
  • Dar y recibir respeto
  • Dejar un espacio (en caso de que las necesidades y derechos de la otra persona entren en conflicto con los propios)

"Ambos se reconocerán como sujetos válidos para el otro, tanto en el sentido de mantención y proyección de la relación, como el de supresión de una relación amenazante para la integridad del sí mismo.(...)"

"Entonces el acto asertivo es un acto en un contexto interpersonal que está orientado a un propósito, en un primer lugar instrumental (satisfacción del deseo), y en un segundo lugar, a un fin generativo (cambio en el estado de la relación). Tanto el fin instrumental como el efecto generativo en la relación, suponen el compromiso del sujeto en su totalidad en otras palabras, lo involucra en los tres niveles de respuesta humana:

  1. Nivel de respuesta comportamental, este nivel de respuesta es de fácil acceso a la observación de los otros y, por lo tanto, frecuentemente calificado de “conducta objetiva u observable”. Es predominantemente voluntario (aún cuando bajo ciertas condiciones puede aparecer como involuntario, producto de la automatización de las conductas)...
  2. El nivel de respuesta emocional, este nivel de respuesta es más privado, de difícil acceso a la observación, a no ser que los indicadores emocionales se desborden en sus niveles y se muestren públicamente, como suele suceder en las crisis de pánico (miedo), en las rabietas (rabia) o enrojecimiento indeseado (vergüenza). Sin embargo, la mayor parte de sus contenidos suelen pasar inadvertido para los otros, incluso para el sujeto mismo. El acceso a este nivel de respuesta es indirecto. Se puede hacer a través de la interpretación del lenguaje no verbal, que acompaña los actos de habla... Es un sistema que informa acerca del estado interno del sujeto en relación con el contexto. Su expresión va a ser decisiva en el desarrollo y aplicación del repertorio asertivo..."
  3. Nivel de respuesta cognitivo, este es un nivel de organización abstracto y simbólico, por cuanto tiene que ver con las significaciones que atribuimos a los otros, al mundo y a sí mismos, a través de símbolos que conforman nuestro lenguaje"

Tomado de : Asertividad Generativa.Teoría Constructivista Cognitiva de las Relaciones Interpersonales. Dr. Juan Yáñez Montecinos



Conducta Agresiva




Es la forma de expresión de los sentimientos, creencias y opiniones, que pretenden hacer valer lo propio, pero atacando o no considerando la autoestima, dignidad, sensibilidad o respeto hacia los demás.

La persona con comunicación agresiva :
  • Viola los derechos de los demás
  • Expresa pensamientos, sentimientos y creencias en forma impulsiva, sin control emocional, deshonesta, inapropiada e inoportuna.
  • Se muestra intolerante y con un bajo nivel de escucha
  • Defiende lo suyo, pero sin respetar al otro, para esta persona lo que cuenta son sus derechos únicamente.
Mensaje que se transmite con este comportamiento:
  • Esto es lo que yo pienso (tú eres un tonto por pensar de manera diferente).
  • Esto es lo que yo quiero (lo que tu quieres no es importante).
  • Esto es lo que yo siento,( lo que tú sientes no cuenta).
  • Sólo mis derechos cuentan.
Meta que se persigue con este comportamiento:
  • Dominar y ganar
  • Forzar a la otra persona a perder.
  • Debilitar y hacer menos capaces de expresar y defender sus necesidades y derechos a los demás.
Esta demás decir que es una forma insana de relacionarse que repercute tanto en quien exhibe la conducta como en las personas del entorno, afectando negativamente la salud física y emocional de los involucrados en esta dinámica.

Se ha comprobado que en la conducta agresiva puede surgir una especie de transmisión emocional hacia el otro de la emoción negativa, lo cual brinda al que la emitió inicialmente una especie de descarga al pasar su estado de ánimo al interactuante, y lamentablemente le refuerza esta nociva conducta.

También la agresividad genera una especie de contagio y de modelaje, que es evidente y rápido en su reproducción conductual en niños y jóvenes, lo que por supuesto no es deseable.

 
Msc.Soraya Clemente de F