Datos personales

Mi foto
Soraya Clemente, Lic en Trabajo Social, Profesora Universitaria, Especialista en Dinámica de Grupos, Master en Educación para Padres, Especialista en Desarrollo Humano y Comunicaciòn, Formadora Andragógica

sábado, 24 de noviembre de 2012

Saber cuando pedir ayuda, es una fortaleza



En la vida se presentan situaciones que por su magnitud y características no podemos manejar sólos, puede tratarse de una enfermedad oculta, un conflicto, una adicción, una pérdida, una toma de decisión difícil, algo que nos perturba, que sentimos desborda nuestra capacidad, que nos paraliza , o que nos causa sufrimiento emocional, temor; es una situación que se prolonga y que impide u obstaculiza nuestro fluir. Llevar esto en silencio es temerario.

Si bien es cierto que ante cualquier  situación problema debemos esforzarnos lo suficiente por resolver oportunamente por nosotros mismos, también lo es que si vemos  que no logramos un resultado satisfactorio, que se complica cada vez más, que se nos escapa de las manos, que rebasa nuestros recursos, entonces debemos pedir ayuda, es lo más inteligente.

Se puede acudir a familiares, amigos, profesionales, a quien resulte lógicamente idóneo para ayudarnos.

Saber pedir ayuda oportunamente es una habilidad que debemos desarrollar para enfrentar dificultades y resolver problemas, con la condición de que previamente hagamos el esfuerzo suficiente y sostenido , expresado en conductas concretas, para solventar o superar la situación por nosotros mismos.

Tan nocivo es habituarse a pedir ayuda constantemente y para casi todo, sin hacer esfuerzo previo, como no saber cuando pedir ayuda por creer que siempre se podrá salir sólo, aunque los hechos digan lo contrario.

Así pues, evitemos consecuencias indeseables, sufrimiento emocional innecesario, complicaciones, que problemas simples se transformen en conflictos difíciles, busquemos ayuda cuando sea necesario y apropiado.

Prof. Soraya Clemente de F