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El hombre y la mujer
pasarán por las diferentes etapas del ciclo vital y se supone que
en las etapas de adulto joven, adulto medio y adulto mayor serán
capaces de tener autonomía, independencia, tolerancia a las
frustraciones, responsabilidad, condiciones estas necesarias para el
continuo avance del proceso de maduración humana que se expresa de
forma intra e interpersonal.
Hablemos metáforicamente
y discurramos diciendo que :
La vida transcurre como
en en un constante proceso de siembra y cosecha: seleccionar las
semillas, seleccionar y preparar el terreno, abonarlo, sembrar lo
idóneo, cuidarlo apropiadamente, arrancar la maleza, alejar los
agentes dañinos: protegiendo, eliminando; observar, esperar paciente
y activamente y luego disfrutar los resultados: la cosecha .
En el camino habrá lo
que llaman situaciones atribuibles a factores del azar que a veces
podemos controlar y otras no tanto (pero si manejar) y que
dependiendo de nuestra actitud se pueden vivir como un caos o como
algo que es parte natural y posible de ese proceso de siembra y
cosecha.
La cuestión es que
siempre se podrá replantear la siembra. Siempre se siembra. Hay que
aprender a sembrar, prepararse. Parte de ello es observar el proceso antes, durante y después: pre-siembra, siembra y cosecha,
¿quiero hacerlo? ¿se cómo hacerlo? ¿para qué quiero esto? ¿qué necesito? ¿puedo sólo o necesito
ayuda? ¿obtuve lo deseado? ¿hay que cambiar algo? ¿qué trascendencia tiene el hacerlo
bien o no? ¿Cuál es mi nivel de compromiso y responsabilidad?
¿cómo he contribuido al actual estado de cosas? ¿qué es preciso mejorar? ¿qué puedo hacer? ¿qué podría pasar si no hago nada?
Es imposible no sembrar,
el asunto es que hay como resultado de ello. Corregir lo que haya que
corregir y seguir sembrando con la esperanza y confianza que da el
ser consciente y activo en lo vital. Variar, cambiar, nutrir: para no agotar
los suelos y poder contar siempre con ellos en buenas condiciones.
Tan importante es saber
los tiempos de siembra como las necesidades y los posibles problemas. Y recordar que la
cosecha siempre se comparte, siempre, en las mejores y peores
circunstancias, actuemos con inteligencia y procuremos lo mejor. Lo
que hago y dejo de hacer tiene consecuencias en el actual estado de
cosas, no sólo para el otro u otros, también para mí , procuremos que estas sean
ventajosas entonces.
Tanto en la siembra como
en la cosecha, si queremos un proceso y producto de calidad, el
ingrediente esencial es EL Amor, amor bien entendido y sano, no
el que ahoga al otro, exige y no da, quiere que lo comprendan y no
comprende, quiere que lo escuchen y no escucha, enjuicia, quiere solidaridad y muestra egoísmo, quiere que el otro
haga pero no hace, quiere caricias y da espinas, quiere paz y
promueve la guerra, se preocupa por su salud pero enferma al otro,
se queja pero no busca resolver, quiere su espacio pero invade el del otro, quiere vivir
y no deja vivir.
Para amar hay que
conocerse, aceptarse, respetarse, comprenderse, tolerarse (aceptar que todos somos diferentes y únicos), actuar con honestidad, ser
humilde, dar y recibir, asumir y cumplir responsabilidades,
poner límites, ser flexibles, abrirse mentalmente , sentir seguridad y confianza uno en el otro, valorar y valorarse. En síntesis
hay que saber amar, querer amar y demostrarlo. El amor no viene prefabricado, se construye, y necesita mantenimiento.
Son palabras que serán
vistas, oídas y sentidas, cada quien sabrá darse cuenta y extraer
el aprendizaje necesario, sin meter el dedo en el ojo del otro,
mirando para dentro, limpiando y abriendo las ventanas para que entre
la luz, asomarse de cara a escuchar buscando comprender, sentir la
necesidad ajena como propia, saborear lo dulce de la vida y
ofrecerlo, impregnarse con el aroma de la paz, la calidez de los
abrazos. Vivir y dejar vivir. Nuestra vida no se
hipoteca, nos pertenece absolutamente, aprendamos a compartir en
armonía. Dejemos los imprevistos al destino o azar y tomemos las
riendas de nuestra vida sin dañar ni hacernos daño, ni permitírselo
a otro. Convivamos.
Msc.Soraya Clemente de F