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Soraya Clemente, Lic en Trabajo Social, Profesora Universitaria, Especialista en Dinámica de Grupos, Master en Educación para Padres, Especialista en Desarrollo Humano y Comunicaciòn, Formadora Andragógica

martes, 30 de agosto de 2011

La conducta perfeccionista



Ser perfeccionista se considera un aspecto de la personalidad en el cual el individuo pretende, en él o en otro , el alcance de un determinado objetivo de forma completa e ideal de acuerdo a su imaginación . Consigo mismo, puede establecer una competencia en la expresión de sus capacidades, exigiéndose cada vez más; con los demás, exige y exige sin considerar diferencias individuales , necesidades, intereses, capacidades, nivel, experiencia, nunca está satisfecho, tiende a no reforzar conductas ni elogiar avances, quiere resultados "perfectos",en su afán provoca frustración.


Con esta conducta la persona puede llegar a ser descalificadora e impedir u obstaculizar el desarrollo y aprendizaje de quienes comparten o están bajo su tutela o responsabilidad: empleados, compañeros, hijos. Como nunca están satisfecho llega a desanimar a los otros y hace que pierdan la confianza en sus capacidades.


La persona perfeccionista se fija obsesivamente en detalles y en los resultados de lo que espera lograr; cuida la imagen que refleja a los demás; posee una fuerte autocrítica; la iniciativa y la perseverancia constituyen fortalezas, su debilidad : el constante temor a equivocarse, se le dificulta percibir el error como algo humano y por lo tanto tolerable, como parte del aprendizaje.


El perfeccionista es vulnerable a la crítica pudiendo modificar su accionar bajo ésta. Para sentir seguridad necesita imaginar y asegurarse de que los resultados estén bajo su control. Esta situación lo mantiene tenso, ansioso.


Él se presiona a sí mismo y a los otros a objeto de evitar errores propios o ajenos; es extremadamente controlador, está en permanente actitud observante, angustiándose y angustiando a los demás, sus lemas : “todo debe salir bien” “no tolero errores” “ hazlo sin equivocarte” .


Su constante preocupación por lo que pasa y resulta le genera gran ansiedad, Se castiga y se presiona en lo físico y lo psíquico. En tal sentido hay una tendencia a somatizar el sufrimiento emocional, ante una fuerte contrariedad pueden padecer cólicos, ardor intenso en el pecho, dolor de cabeza hacia la nuca, malestar abdominal.


Es recomendable que las personas con esta conducta elijan actividades al aire libre, deportes, paseos en el campo , parques, actividades sociales , prácticas diversas que los relajen: música, arte, jardinería, leer, escribir entre otros.


“Pensar los sentimientos ayuda al logro de una vida más extensa, con mejor calidad” (Lydia Febre. Psiquiatra)


Bibliografía consultada: Lydia Febre. El diálogo puede ser la solución. Edit Lumen !998.

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